Cargarme de queroseno para arder

Otra vez a empezar de cero me horroriza, me da puto asco, se me revuelven las entrañas tan sólo con pensarlo.

Otra vez a cagarme en mi mala suerte, a pensar no sé qué hostias de destinos porculeros que te vienen a buscar una y otra vez para invitarte a tomarte una birra a la barra, una y otra vez, una vez y otra vez más.

Que no joder, que no quiero irme contigo a la puta barra, ni al otro bar de la esquina, que no joder, que estoy hasta el mismísimo y más allá de andar como peonza ahostiándome contra los interminables bordillos de piedra.


Otra vez a coger carrerillas infinitas para lanzarme al vacío, hayan los cien mil metros de altura que hayan. 

Otra vez a querer cargarme de queroseno para arder y ser puta antorcha que alumbre, queme y de vida.

Estoy cansada...estoy tan cansada...

Y no quiero ser plañidera de mí misma, no quiero ni una jodida lágrima rodando por mis mejillas, ni que me quiera llorar por dentro, desaguando por mi garganta.

No quiero, no puedo, no permito consentírmelo ni una sola vez más.


Estoy cansada...estoy tan cansada...


Cómo creer en tantos cuentos, cómo creer en diferentes cuentos y ser tan Inocente de visualizar un mañana.


Me siento como una barrita de incienso que está llegando al final de si misma observando el montón de ceniza dejada tras de sí.


El puto aroma quedará vagando por siglos, en mi destartalada habitación, recordando en cada cuento que me cuenten que el aroma se me quedó pegado a la nariz y que será esfuerzo titánico para mí volver a aspirar aromas nuevos de esa forma contundente con la que te esnifas la vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

05 Mayo Día de recuerdo y reconocimiento españoles que lucharon contra el Fascismo (en su variedad llamada Nazismo)

Agradecida

Un micelio en el tobillo