Desagüe de descarga emocional
Se me han ido las ganas de escuchar su voz.
Se me han suicidao las ganas de ser la empática, comprensiva y buena que todo lo comprende, que minimiza, que emplaza y espera a no se qué hostias.
No quiero seguir siendo rehén de sus caprichosas emociones fluctuantes, que lanza como látigos contra mí, sin tener un mínimo, ínfimo, ridículo pensamiento condescendiente hacia mi.
Durante semanas es capaz de mostrarse frío, distante, escueto, hastiado, obscenamente silencioso y de pronto, cuando a su vida vuelve la luz de manos y situaciones ajenas a mi, vuelve un tiempo de simpatía, comunicación más afectuosa, alegría y mayor comunicación.
Que quieres que te diga, me he cansao y me revelo contra lo injusto, lo parcial, lo egoísta. Me he cansao y ahora mismo me dan ganas de mandarlo a la mismísima mierda y que me venga con que yo soy así porque el mundo me ha hecho así, ¡no te jode!...
Sé muy bien que no quiero volver a ser desagüe de descarga emocional, donde quieran vacíar sus mierdas, que no quiero que me vendan balanzas trucadas donde sus enfados son banales y los míos, no sé porqué te lo tomas así. Que los tiempos de la posguerra donde tangaron a tanta pobre gente con el cambio de los pocos dineros republicanos que tenían ya no son para mí.
Se me han ido las ganas de escuchar su voz. Se me han suicidao las ganas de ser empática.
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