Especies distintas
Me alucina por el mero hecho de que me confirma que, efectivamente, el dinero, el mucho, muchísimo dinero, no da la felicidad. Aunque ayude, aunque pueda hacer el camino más fácil, más sencillo. Yo no se cuánto de feliz es en su vida. Puedo imaginar que, efectivamente lo es, pero por mor de eso llamado rutina y el pasar del tiempo, le vengo a sacar esa sonrisa para el corazón que todos necesitamos de vez en cuando y que yo, fuera de todo contacto y relación con su realidad, le aporto. Su vivienda viene a ser algo de ricos multiplicado por 40.000, algo inimaginable para personas de clase media trabajadora. Sin embargo, no me cambiaba mi casa, lejos de mis padres, que van camino de viejitos, por cocinas enormes, vestidores inacabables, cocinas con neveras para alimentar a cuatro familias o comedores con mesa para 15 comensales...si yo no soy muy dada a las reuniones sociales... Con todo, siento alegría por él, me surge una enorme sonrisa mientras alcahueteo el que creo es el plano de su ...